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La incesante búsqueda de componentes electrónicos más pequeños, rápidos y potentes ha planteado un enorme reto para la gestión térmica. A medida que aumentan las densidades de potencia y las limitaciones de espacio se reducen, disipar el calor de los componentes sensibles ya no es una preocupación secundaria, sino un requisito fundamental para la fiabilidad, el rendimiento y la longevidad de los dispositivos. En este ámbito crítico, los materiales de interfaz térmica (TIM), como el Bergquist TCP 2400 gap pad, se han convertido en componentes esenciales, actuando como puente térmico entre los componentes calientes y los disipadores térmicos o el chasis.
El desafío térmico en la electrónica compacta
El exceso de calor es el enemigo de la fiabilidad electrónica. Acelera el envejecimiento de los componentes, reduce la eficiencia operativa y puede provocar fallos catastróficos. El principal reto para los ingenieros es rellenar los microscópicos huecos de aire irregulares que existen naturalmente entre una fuente generadora de calor (como una CPU, una GPU o un convertidor de potencia) y una superficie de refrigeración. El aire es un mal conductor térmico, y estos huecos crean una resistencia térmica significativa. La solución ideal no solo debe tener una alta conductividad térmica intrínseca, sino también adaptarse a las irregularidades de la superficie, mantener el rendimiento bajo tensión y, a menudo, proporcionar aislamiento eléctrico, todo ello dentro de un diseño compacto y fabricable.
Aplicaciones clave que exigen soluciones térmicas de alto rendimiento
La serie Bergquist TGP 2400, con sus propiedades equilibradas, se utiliza en una amplia gama de campos exigentes:
Electrónica de potencia del vehículo eléctrico (VE):Los inversores, cargadores integrados y sistemas de gestión de baterías generan una cantidad considerable de calor. Las almohadillas TGP 2400 se utilizan para transferir calor desde transistores bipolares de puerta aislada (IGBT) y otros semiconductores de potencia a placas frías refrigeradas por líquido, lo que garantiza la eficiencia y la vida útil.
Computación de alto rendimiento y centros de datos:Las unidades de procesamiento gráfico (GPU), las unidades centrales de procesamiento (CPU) y los módulos de memoria en servidores y estaciones de trabajo requieren vías térmicas eficientes para mantener las velocidades del reloj y evitar la limitación bajo una carga sostenida.
Sistemas de iluminación LED:Los controladores y matrices LED de alto brillo generan una cantidad considerable de calor que debe controlarse para mantener la salida de luz y la estabilidad del color. Las almohadillas de separación proporcionan una interfaz fiable entre las placas de circuito impreso (PCB) con núcleo metálico y los disipadores de calor.
Infraestructura de telecomunicaciones:Los amplificadores de potencia de RF 5G y la electrónica de las estaciones base funcionan de forma continua y deben disipar el calor de forma fiable en entornos exteriores variables.
Solución: Almohadilla térmica de silicona Bergquist TGP 2400
El Bergquist TGP 2400 está diseñado específicamente para resolver el problema de la interfaz. Es una almohadilla suave y adaptable a base de silicona, rellena de partículas cerámicas termoconductoras.
Características y funciones clave de rendimiento:
Conductividad térmica optimizada:Con una conductividad térmica de 2,4 W/mK, el TGP 2400 logra un excelente equilibrio entre alto rendimiento y rentabilidad. Ofrece una mejora significativa respecto a las grasas térmicas de aire o básicas, ya que rellena los huecos de forma uniforme.
Aislamiento eléctrico:La matriz de silicona es inherentemente aislante eléctricamente y presenta una alta rigidez dieléctrica. Esto permite su colocación directa sobre componentes activos, proporcionando transferencia térmica y seguridad eléctrica crítica en un solo material, simplificando así el montaje.
Conformabilidad y baja fuerza de compresión:La almohadilla es suave y fácilmente comprimible. Esto le permite adaptarse a las imperfecciones de la superficie y adaptarse a las acumulaciones de tolerancias en un ensamblaje sin requerir una presión de montaje excesiva que podría dañar componentes delicados.
Durabilidad y estabilidad:A diferencia de las grasas térmicas, que pueden evaporarse o secarse con el tiempo, la TGP 2400 es un material sólido. Presenta una excelente estabilidad a largo plazo, resiste la desecación y mantiene sus propiedades térmicas y mecánicas en un amplio rango de temperaturas, lo que garantiza un rendimiento fiable durante toda la vida útil del producto.
Conclusión
En el complejo ecosistema de la electrónica moderna, una gestión térmica eficaz es fundamental para el éxito del diseño. La almohadilla térmica Bergquist TGP 2400 ofrece una solución elegante, fiable y fácil de fabricar para el desafío generalizado de la transferencia de calor interfacial. Su combinación de conductividad térmica eficaz, aislamiento eléctrico y conformidad mecánica la convierte en una opción versátil y fiable para ingenieros de todos los sectores.